Existen diversas formas de cómo mejorar la comprensión lectora de nuestros alumnos. En esta entrada voy a presentar brevemente dos aspectos de la propuesta de un grupo de investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca; una propuesta que he logrado conocer gracias a las explicaciones de J. Ricardo García.
Un punto de partida, según R. García, es preguntarnos ¿qué papel tiene la lectura dentro de nuestra sesión de clase? Es decir, a la hora que desarrollamos una unidad didáctica y utilizamos una lectura dentro de nuestra sesión de clase ¿qué función tiene esa lectura? Se han identificado cuatro funciones:
- Activadora, cuando utilizamos la lectura de un texto para introducir el tema que vamos a trabajar en nuestra sesión. Es decir, el texto utilizado ayuda a recordar o activar conocimientos previos relacionados con el tema. De esta manera despertaremos el interés de los alumnos hacia lo que se presentará más adelante.
- Elaborativa, cuando el texto que utilizamos nos ayuda a construir nuevos conocimientos que son parte del objetivo principal de la unidad o de la sesión. Es decir, el texto es el que transmite los contenidos. Aquí, se promueve la comprensión y resulta vital dentro de la sesión.
- Consolidadora, cuando el texto empleado nos ayuda a reforzar conocimientos que ya se han desarrollado previamente a través de una explicación.
- Ilustradora, cuando el texto nos sirve para ejemplificar o ilustrar los contenidos que han sido presentados o explicados anteriormente.
El siguiente punto es ¿cómo se organiza la lectura? Una sesión de lectura se podría organizar atendiendo a siete episodios:
- Lectura en voz alta: un episodio dedicado a leer el texto en voz alta o individualmente
- De interpretación o evaluación: un episodio que busca constatar la comprensión alcanzada realizando algunas preguntas
- De planificación: se presenta el texto, sus objetivos y el modo de leerlo. De todos los episodios de la lectura, este episodio resulta ser esencial.
- De activación de conocimientos previos: se busca que los alumnos recuperen sus conocimientos que ya tienen adquiridos y son importantes para la comprensión de la lectura.
- De análisis de experiencias: se analizan las consecuencias de lo que se ha leído en la vida cotidiana.
- Cierre: se cierra la lectura a través de un resumen o rellenando un mapa conceptual, s se hace hincapié en las ideas más importantes
- Aclaración de significados o vocabulario: un episodio en el que se comentan o explican los significados de las palabras que no se conocen.
Finalmente, podríamos reflexionar sobre nuestra práctica educativa y preguntarnos:¿qué papel le damos a la lectura de un texto dentro de nuestra sesión de clase y cómo organizamos esa lectura?
Referencias:
- Ruano, E., Sánchez, E., Ciga, E. y García, J. R. (2011). Un protocolo para observar cómo los profesores ayudan a sus alumnos cuando leen textos en el aula. Psicología Educativa, 17(2), 127–145.
- Sánchez, E., García, J. R. y Rosales, J. (2010). La lectura en el aula. Qué se hace, qué se debe hacer y qué se puede hacer. Barcelona: Graó.
- García, J.R. (2019). Asesoramiento e Intervención en centros. Salamanca.
1 comentario en “Lectura en el aula: ¿cómo podemos ayudar a los alumnos a comprender mejor un texto? (I)”