Sabemos que la conciencia fonológica es la habilidad para percibir y manipular mentalmente los sonidos de la lengua, y que es un predictor importante de la adquisición de la lectura. Sin embargo, un déficit fonológico no parece explicar todo lo que implica una dificultad en la lectura. Por ejemplo, diferentes estudios han encontrado que los programas de intervención fonológica no han sido capaces de prevenir o recuperar las dificultades lectoras por completo y, hay referencias de niños que teniendo adecuadas habilidades fonológicas en la etapa infantil luego presentaron dificultades lectoras. Esto ha originado que la investigación centre su interés en identificar otros posibles predictores de las diferencias individuales en lectura, como por ejemplo, la denominación rápida de estímulos o velocidad de denominación.
Los primeros estudios sobre la denominación rápida corresponden a Geschwind (1965) quien creó una tarea para denominar colores. Posteriormente, Martha Denckla y Rita Rudel (1976) crearon el RAN (siglas que corresponden a Rapid Automatized Naming) que consistía en cuatro láminas con colores, objetos, dígitos y letras. Proponían que la velocidad con la que se recupera el nombre del estímulo presentado, más que la precisión en la denominación, era la diferencia fundamental entre lectores disléxicos y los buenos lectores.
Pero ¿qué es la denominación rápida o la velocidad de denominación?
Es la capacidad para nombrar rápidamente una serie de estímulos visuales como letras, objetos, números o colores. Se pone en juego el procesamiento visual y la rapidez con la que se recupera la información fonológica almacenada en la memoria a largo plazo. Los estímulos que se usan han sido agrupados en dos categorías: alfanuméricos (letras y dígitos) y no alfanuméricos (colores y objetos). Son presentadas en diferentes láminas y en cada lámina se presentan cinco símbolos repetidos diez veces cada uno y dispuestos en cinco filas de diez estímulos por fila.
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La mayoría de los estudios han encontrado que los estímulos alfanuméricos predicen mejor la adquisición de la lectura y diferencian los lectores con dificultades de los buenos lectores.
La hipótesis del doble déficit
Maryanne Wolf y Patricia Bowers (1999) observaron que los niños que presentaban dificultades en conciencia fonológica y en la velocidad de denominación experimentaban dificultades más severas que aquellos niños que tenían dificultades solamente en alguno de estos procesos. A partir de ello, proponen la hipótesis del doble déficit.
¿Cuál es la relación entre la denominación rápida y la lectura?
Los estudios han revelado que la denominación rápida es un predictor de la habilidad lectora y, a la vez ayuda a diferenciar los buenos lectores de aquellos con dificultades lectoras. Sin embargo, todavía no hay consenso definitivo sobre lo que miden exactamente las tareas de denominación rápida y cómo se relacionan con la lectura debido a que su interpretación no es una tarea fácil por su naturaleza multicomponencial. Para Wolf y Bowers estas tareas requieren de la integración y coordinación de procesos atencionales, perceptivos, memoria, léxicos (acceso semántico y fonológico) y subprocesos motóricos. Por lo tanto, un desempeño lento en tareas de denominación rápida podrían deberse a una ruptura en cualquiera de los componentes específicos, un fallo para integrar la información entre los diferentes componentes o una dificultad en el mecanismo del procesamiento general.
La denominación rápida y el procesamiento fonológico
Diferentes autores sostienen que las tareas de denominación rápida evalúan la velocidad para acceder y recuperar la información fonológica de la memoria a largo plazo, y su relación con la lectura es a través de un constructo mucho más general que es el procesamiento fonológico. Aunque el término «procesamiento fonológico» es muy conocido, hay cuatro razones para tener en cuenta que no sería suficiente para explicar la relación entre la denominación rápida y la lectura. Primero, se ha encontrado que la denominación rápida es un predictor de la habilidad lectora por encima de la conciencia fonológica, memoria fonológica a corto plazo o ambas. Segundo, la relación entre la denominación rápida y la conciencia fonológica depende del tipo de tarea lectora. La denominación rápida está más relacionada con la fluidez en la lectura de palabras, mientras que la conciencia fonológica con la precisión en la lectura de palabras. Tercero, conciencia fonológica y denominación rápida presentan una correlación moderada y tras un análisis factorial, estas dos variables tienden a agruparse en diferentes factores. Por último, la mayoría de los estudios que agruparon niños en diferentes subtipos de déficits encontraron que los niños con dificultades en conciencia fonológica y en tareas de denominación rápida presentaron un rendimiento más pobre en tareas de lectura que aquellos niños que tenían solamente dificultades en una de esas dos habilidades. Todo esto nos indica que si la denominación rápida es una tarea del procesamiento fonológico, captaría un aspecto del procesamiento fonológico diferente al que capta la conciencia fonológica.
¿Qué factores influyen en la relación entre la denominación rápida y la lectura?
La magnitud de la relación entre las tareas de denominación rápida y la lectura depende del tipo de estímulo utilizado (objetos y colores vs. dígitos y letras), el tiempo invertido en estas tareas, la habilidad lectora de los estudiantes (pobres o buenos lectores), el tipo de lectura, y la clase de ortografía en la que los niños están aprendiendo a leer (opaca vs. transparente). Parece que a medida que uno va adquiriendo mayor experiencia lectora, la naturaleza de la relación entre denominación rápida y lectura cambia. Mientras que la denominación rápida dejaría de ser un predictor de la precisión lectora, continua siendo un predictor de la fluidez lectora.
¿Se puede mejorar el desempeño en las tareas de denominación rápida?
Georgiou y Parrila (2013) refieren que existe muy poca evidencia al respecto y lo que se ha encontrado no ha podido ser replicado. En todo caso, solamente se ha visto que el entrenamiento en el reconocimiento ortográfico de las letras influye en la velocidad de denominación de letras.
La denominación rápida en diferentes sistemas ortográficos
Las tareas de denominación rápida parecen predecir las habilidades lectoras en diferentes sistemas ortográficos (tanto transparentes como opacos), aunque la gran mayoría de estudios se han realizado en inglés. Existen pocos estudios en español pero los que se han hecho coinciden es determinar que la inclusión de tareas de denominación rápida en baterías de cribado ayuda a la detección temprana de dificultades lectoras
Recientemente, se ha publicado el TDR – Test de Denominación Rápida. Este test ha sido elaborado por el grupo LEAN (Laboratorio Especializado en Aprendizaje y Neurociencia) de Argentina y evalúa la velocidad de denominación de objetos familiares, colores, letras, números y estímulos alternados. Está compuesto por seis láminas con estímulos familiares que tienen que ser nombrados por el evaluado lo más rápido posible y puede ser administrado a niños desde los 5 años de edad hasta los 8 años 11 meses . En el proceso de baremación del TDR participaron 381 niños que asistían a escuelas públicas y privadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires. Se realizaron análisis de correlación entre las medidas de denominación rápida por curso para determinar la validez del constructo de este instrumento. Para encontrar las validez de criterio se realizaron correlaciones entre las medidas de denominación y las de lectura. El TDR es pues una herramienta muy útil y un gran aporte dado que nos proporciona baremos en población hispanohablante.
Bibliografía
- Denckla, M. B y Rudel, R. G. (1974). ‘Rapid automatized naming’ of pictured objects, colors, letters, and numbers by normal children, Cortex, 10, 186-202.
- Fonseca, L., Corrado, I., Pujals, M., Migliardo, M., Lagomarsino, I., Mendivelzúa, A., … Simian, M. (2019). Test de Denominación Rápida. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial Autores de Argentina
- Georgiou, G.K. y Parrila, R. (2013). Rapid automatized naming and reading: A review. In Handbook of learning disabilities (pp. 169-185). New York: The Guilford Press.
- Georgiou, G.K., Parrila, R. y Kirby, J. (2009). Rapid Naming Speed Components and Early Reading Acquisition. Scientific Studies of Reading, 10(2), 199-220.
- Wolf, M. y Bowers, P. G. (1999). The double-deficit hypothesis for the developmental dyslexias. Journal of Educational Psychology, 91, 415-438.
Es necesario aplicar este método poco a poco, de acuerdo a la capacidad del niño para nombrar rápidamente una serie de estímulos visuales como letras, objetos, números o colores. E ir aumentando la complejidad hasta que logre su lectura en el menor tiempo posible.
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Hola, Zoraida. No es exactamente un «método». Es más bien un predictor de la lectura.
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Entonces seria la habilidad de nombrar rápidamente una serie de estímulos visuales como letras, objetos, números o colores. y de acuerdo a la edad cronológica de los estudiantes
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Así es, María
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