fluidez lectora, lectura

¡Es tu turno!

Es probable que más de uno recuerde a su profesor del colegio decir «te toca leer» o «es tu turno». Algunos guardarán gratos recuerdos de esa experiencia, y a lo mejor otros, no tanto. Esta práctica recibe el nombre de «lectura por turnos».

¿En qué consiste?

Este tipo de lectura (ROUND ROBIN READING en inglés)  consiste en llamar a los alumnos uno tras otro para que lean mientras los demás alumnos siguen la lectura con su propio texto. No se sabe con certeza cuál es su origen. Sin embargo, se ha encontrado cierta relación con esta frase de Quintiliano «Para mí, parece más fácil, y mucho más ventajoso, que el maestro, después de pedir silencio, designe a un alumno para que lea (y, será mejor que sea por turnos) para que puedan acostumbrarse a la pronunciación clara».  

Esta lectura por turnos ha tenido ciertas variaciones con el fin de que el alumno no sepa en qué momento le tocará leer y así, esté obligado a seguir el texto que está leyendo su compañero. Algunas de esas variaciones han sido:

  • Lectura «palomitas de maíz» (Popcorn Reading):  el turno para leer es aleatorio y antes de pasar el turno, se tiene que decir la palabra «Popcorn».
  • Lectura «al ataque» (Combat Reading): un alumno llama a otro para que lea e intente agarrarlo desprevenido.
  • Lectura «con palos de paletas» (Popsicle Reading): los nombres de los alumnos están escritos en los palos de paletas y su turno dependerá si sale su nombre o no.

READING

¿Es eficaz? 

Se suele señalar que la lectura por turnos le permite al maestro mantener el control del aula, brindar una explicación o formular alguna pregunta. Además parece ser que es una manera sencilla de planificar una sesión de lectura. Sin embargo, aunque la lectura por turnos continua manteniendo su popularidad en las aulas, no existe evidencia suficiente que respalde su práctica en vista de que no contribuye a mejorar la fluidez lectora ni la comprensión. Más aún, en diferentes artículos e informes se ha recomendado explícitamente que se deje de usar esta práctica porque no resulta beneficioso para el alumno. Sin embargo, muchos maestros siguen aplicando este tipo de lectura, e incluso la están aplicando actualmente  en la enseñanza no presencial a través de diferentes plataformas (Zoom o Google meets, por ejemplo).

¿Por qué no es eficaz?

  • Porque el tiempo real que el alumno le dedica a practicar su fluidez o precisión lectora se ve reducido a unos cuantos minutos.  En una clase o en grupo de 20 alumnos (o incluso menos), es probable que el niño sea responsable de leer solamente una pequeña porción del texto, unas cuantas oraciones o a lo mucho, un par de párrafos. Por lo tanto, su práctica es limitada.
  • Porque es probable que mientras el niño espera su turno, se dedique a practicar el párrafo que le toca leer   y así, salir con éxito cuando llegue su turno (¡para luego respirar tranquilamente!) y no prestará atención al resto del contenido de la lectura.
  • Porque el modelo de lectura que está recibiendo el alumno, probablemente no sea el modelo más adecuado. Sabemos que el modelado es fundamental para la instrucción y los alumnos necesitan escuchar modelos de lectura fluida (precisión, velocidad y prosodia adecuados).
  • Porque no favorece la comprensión lectora. Fragmentar el texto para que diferentes alumnos lean un párrafo no permite seguir el hilo de la lectura. Asimismo, escuchar a un compañero leer un texto demasiado lento (o con interrupciones, errores o vacilaciones) o demasiado rápido sería un obstáculo para la comprensión global del texto.
  • Porque genera ansiedad en los niños, especialmente en aquellos niños que aún no tienen una lectura fluida o que tienen dificultades en el reconocimiento de las palabras o que se están iniciando en el aprendizaje de la lectura.  Esto puede llevarlos a perder la motivación y el gusto por la lectura. Además están expuestos a ser corregidos por el maestro o por sus compañeros en cualquier momento..
  • Porque pone en evidencia a los lectores con dificultades en la lectura, y esto puede generar más rechazo hacia la lectura .

¿Existen  otras alternativas ?

Afortunadamente sí contamos con otras opciones. De hecho, dejar de lado la lectura por turnos, no quiere decir no practicar la lectura en voz alta y solamente practicar la lectura en silencio. Existen otras alternativas que pueden resultar interesantes con el objetivo de  mejorar la fluidez lectora. Por ejemplo: lectura compartida, lectura en eco, teatro de lectores, lectura coral, etc.

Conclusión: Por favor, evitemos el uso de este tipo de lectura (especialmente en la modalidad virtual).

Para profundizar:

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